La familia Piaget, rodeada por las poderosas fuerzas de la naturaleza, cultivó sus propios valores y adoptó la excelencia como su lema: "Hacer siempre más de lo necesario".
La búsqueda constante que exigen los relojes ultraplanos es un reto técnico, una hazaña que requiere rigor y solidaridad, características que definen a esta familia protestante. Pero esta búsqueda también representa una senda hacia la libertad, pues abre un campo de expresión más amplio en la esfera.


Piaget añadió un nuevo ideal de belleza a la precisión e ingeniosidad existentes. La marca, caracterizada por su elegancia, lleva la exploración del refinamiento hasta su máxima expresión.
Al hacer "menos", el objetivo no es hacer más, sino transformar el rostro de la relojería.
Naturalmente, la Manufactura aceptó y asumió los retos para lograr movimientos cada vez más planos y calibres que combinaran complicaciones y una construcción ultraplana. Para Piaget, estas hazañas constituyen no solo récords, sino también registros: documentos escritos que sirven de testimonio o prueba de un hecho excepcional. Demuestran su voluntad de hacer avanzar la historia de la relojería con audacia.
La producción de un calibre automático de tan solo 2,3 mm de grosor parecía una utopía. El equipo de investigación de La Côte-aux-Fées al completo puede sentirse orgulloso de haber escrito uno de los más exquisitos capítulos de la historia de la relojería (...)
Journal de Genève, 27 de abril de 1960

CAPÍTULO 2:
En 1913, la Maison comenzó a figurar en los catálogos de los proveedores de relojes como especialista en componentes ultraplanos.
Esta especialidad se convirtió en un área de predilección, que más adelante se transformó en un campo completo digno del impulso innovador de la familia.


Calibre 9P de Piaget - Calibre 12P de Piaget
El calibre 9P, lanzado en 1957, estableció el mercado.
Con tan solo 2 mm de grosor, refinó el perfil de los relojes ultraplanos de lujo. Además hizo posible la expansión de la superficie de la esfera en una época en la que era casi imposible leer la hora sin ayuda de una lupa.
El legendario 9P fue una influencia determinante en el reloj ultraplano para mujer. Tres años más tarde, Piaget lanzó una versión automática de 2,3 mm de grosor dirigida a los hombres, equipada con un ingenioso sistema de microrrotor descentrado de oro de 24 quilates incorporado en el mecanismo. El 12P, con sus múltiples patentes, causó sensación.

La lista de calibres – y futuros récords – consolidó el estatus de Piaget como una marca audaz. Además de especializarse en soluciones innovadoras, la Manufactura encontró en el ultraplano una manera de renovar la estética relojera.
¡Una esfera más amplia ofrece muchísimas posibilidades!

CAPÍTULO 3:
La paleta de Piaget es excepcional. Se expresa a través de piezas excepcionales y relojes altamente refinados cuya única extravagancia es el matiz brillante de sus esferas.

La visión relojera de Piaget refleja el arte, la arquitectura, el diseño, e incluso la Alta Costura. A partir de los años 1960 y 1970, la Maison se atrevió a jugar con sorprendentes efectos gráficos, como las combinaciones monocromáticas con tonos similares como el lapislázuli y la turquesa, y las combinaciones contrastantes e inesperadas como el ónix y el coral.

Regresé de mi viaje a Estados Unidos con una pasión por las gemas y el color. En aquel entonces, habíamos comenzado a decorar la mayoría de nuestros relojes con piedras ornamentales. Estos milagros geológicos nos permitieron crear esferas de tan solo decenas de milímetros, tras varias etapas de pulido consecutivas.
Yves G. Piaget

CAPÍTULO 4:
Piaget no pudo resistirse a este nuevo reto y lanzó el 7P de 3,1 mm de grosor, el movimiento de cuarzo más plano del mundo. Poco después, la Maison presentó un nuevo movimiento de cuerda mecánica, el 4P con 2 mm de grosor, destinado para los relojes de lujo pequeños para mujer.
Con mucho brío, la Maison creó el espectro técnico y estético completo para los relojes ultraplanos. Pero Piaget deseaba dar a este territorio propio y único un nombre que fuese también único y evocador.
Lanzado en 1998, el 430P, con 2,1 mm de grosor, remplazó al célebre 9P brindando mayor rendimiento a los relojes ultraplanos: frecuencia más elevada, reserva de marcha mejorada y resistencia a los golpes. Estas piezas recibieron el nombre de Altiplano para describir una colección que ya existía en los catálogos como la "colección ultraplana Piaget".
El Altiplano es una inmensa llanura que abarca cuatro países sudamericanos y cuenta con una altitud máxima de 3.650 metros. Tan llana como el horizonte infinito que la corona y tan depurada como la estética de la colección que transforma el refinamiento extremo en elegancia absoluta.
Los movimientos ultraplanos se sucedieron unos a otros, cada vez con reservas de marcha más duraderas, más funciones y construcciones sorprendentes. Esta tendencia dio lugar al Altiplano 900P, el cual fusiona la caja y el movimiento.

CAPÍTULO 5:
Dos ceros más en su nombre y dos récords adicionales. Con un grosor de tan solo 2,35 mm, se convirtió en el calibre automático ultraplano más delgado del mercado cuando fue lanzado en 2010. Especialmente para su lanzamiento, todos los nuevos relojes Altiplano fueron equipados con una caja de 43 mm, alcanzando un grosor total de 5,25 mm que lo convirtió en el reloj más plano de su categoría ese mismo año, logrando así un doble récord.

El 1200P superó los límites de la micromecánica. El grosor de sus engranajes es de apenas 0,12 mm (en contraste con los 0,20 mm de un movimiento clásico), apenas más grueso que un cabello humano (0,08 mm). El grosor de sus componentes ha sido reducido al máximo posible, manteniendo su extraordinaria fiabilidad y prestaciones técnicas.
El diseño del 1200P es fruto de una ingeniosidad inmensa. Inspirado en el 12P, este movimiento evita el volumen que suele ocupar el bloque automático gracias a una masa oscilante descentrada, elaborada también en platino con el fin de garantizar que su peso y su inercia brinden excelentes propiedades de armado.

CAPÍTULO 6:
El principio del esqueletizado implica eliminar material para abrir el mecanismo hasta donde sea posible, con el fin de lograr una armonía depurada. En un movimiento ultraplano, esta maniobra se convierte en una proeza de equilibrio. Las piezas son vaciadas con una sierra de calar, un diminuto instrumento de metal, y son susceptibles a la deformación. La ejecución del calado en su máxima expresión hace que se tornen sumamente delicadas. Es necesario encontrar soluciones para garantizar su rigidez y preservar aspectos como la estética y el espectacular efecto transparente del movimiento en particular.
A partir de 1976, la Maison demostró su maestría realzando el calibre 9P con una versión esqueleto.
Para la Maison, destacar los movimientos se convirtió en una de sus firmas desde principios de la década de 2000. Cuando se superan los límites – sin importar la severidad de las restricciones – todo lo demás queda en el olvido y se abre paso a asombrosas creaciones extraordinariamente refinadas. Los calibres 838P y 1200P también fueron producidos en versión esqueleto.
El diamante, la gema favorita de Piaget, también se sumó a algunos calibres esqueleto, como los movimientos 838D y 1200D, creando primicias mundiales. Para permitir el engaste de las gemas, la platina principal es de oro de 18 quilates. El movimiento, infinitamente complejo, se transforma en una pieza de encaje precioso.

CAPÍTULO 7:
En 2014, Piaget celebró su 140.º aniversario y una larga lista de récords de delgadez. Actualmente la Maison cuenta con dos centros. En el centro histórico de La Côte-aux-Fées, donde nació el ultraplano, los constructores, biseladores y relojeros desafían constantemente los límites de la delgadez. Al mismo tiempo en Plan-les-Ouates, cerca de Ginebra, los Ateliers de l'Extraordinaire reúnen a los artesanos que se especializan en orfebrería, Alta Joyería y producción de cajas.

En 2014, el Altiplano Ultimate Manual y su calibre 900P combinaron el savoir-faire de las dos Manufacturas integradas en una hazaña de alto nivel: la fusión de la mecánica y el exterior del reloj. A lo largo de tres años, los equipos trabajaron juntos en cada etapa del diseño, la producción y el engaste para crear esta maravilla. Esta creación, diseñada como un conjunto, logró un récord mundial de delgadez con un grosor de tan solo 3,65 mm.
La precisión del ajuste de sus componentes alcanza las centésimas de milímetros, pero su verdadero secreto yace en el diseño de la caja, cuyo fondo hace las veces de platina principal. Esta arquitectura resulta en una construcción invertida del movimiento, con los puentes visibles por el lado de la esfera. La espectacular y excepcional estética del reloj ultraplano Altiplano 900P 38 mm también está disponible en una versión sumamente exclusiva engastada con gemas.
Esta creación facilita el camino a hazañas cada vez más audaces, que solo son posibles gracias a la experiencia que Piaget viene desarrollando desde 1874.


CAPÍTULO 8:
Partiendo de la premisa de la fusión de la caja y el movimiento, la Manufactura se dedicó a investigar nuevas opciones. En esta ocasión, eligió una nueva aleación de cobalto de alta tecnología sumamente rígida.
Para eliminar las últimas décimas de milímetros, el Altiplano Ultimate Concept aplica innovaciones tecnológicas esenciales que son objeto de cinco solicitudes de patente. Piaget ha montado todos los componentes en la armadura y varios elementos cuentan con rodamiento de bolas. El volante y la espiral aparecen invertidos, pero solo esta última está fijada en el casquillo. La ausencia de raquetería es compensada por una tija ajustable. La corona "telescópica", incorporada en la tira de canto, cuenta con un tornillo sin fin en el mismo plano que la rueda dentada, logrando así mantener todo en el mismo eje para reducir el grosor. El cristal de este reloj de lujo también ha sido rediseñado para lograr un grosor de tan solo 0,20 mm. El reloj ultraplano Altiplano equipado con este cristal es hermético hasta 3 ATM.


Los hechos hablan por sí mismos. Con solo 2 mm de grosor y 41 mm de diámetro, el Altiplano Ultimate Concept reinventa los pilares de la relojería. En 2018 se convirtió en el reloj ultraplano de oro de 18 quilates con movimiento mecánico de cuerda manual más plano del mundo.

CAPÍTULO 9:
Existe un Altiplano para cada persona. Sobrio o adornado con piedras ornamentales, trabajadas a través de sucesivas etapas de pulido para alcanzar un grosor de tan solo décimas de milímetro. En los años 1960, los relojes solían lucir esferas plateadas o negras. Piaget decidió aprovechar el espacio liberado por las piezas ultraplanas para crear esferas de color de piedras ornamentales. Los tonos brillantes del rubí, opaco por naturaleza, el lapislázuli y la turquesa liberan su exuberante colorido, como en el reloj Altiplano de lujo vestido de laca azul noche.
El tourbillon, máxima hazaña del ultraplano, realza el atractivo de un reloj intrínsecamente fascinante. Al diseño asimétrico – distintivo de Piaget – se le suma la figura del 8, símbolo del infinito, y un sistema de reenvío de la energía patentado. El reloj ultraplano Piaget Altiplano de lujo es una de las piezas más excepcionales que se pueden lucir en la muñeca.


Cuando la extraordinaria película francoestadounidense ¿Arde París? se estrenó en 1966, su reparto causó sensación, en particular Alain Delon, uno de los actores más populares del cine francés. El público solo tenía ojos para él. En la muñeca lucía un reloj ultraplano Piaget Altiplano, el mismo que hoy en día eligen para reflejar su estilo los grandes artistas, como el actor chino Hu Ge, el francés Alain Delon y el estadounidense Michael B. Jordan.


CAPÍTULO 10:
La Maison logró distinguirse gracias a su voluntad de combinar el deleite y la vitalidad. Su estilo fácilmente reconocible se extendió también a los relojes joya. Leer la hora en un reloj excepcional es una oportunidad colmada de encanto. Sentir en la piel el roce de una joya creada en los Ateliers de l'Extraordinaire es una experiencia excepcional.

Con cada pieza se crea una nueva historia, dando lugar a un objeto enriquecido con nuestra atención y pasión. Un objeto con alma, destinado a fascinar y ser transmitido de generación en generación.
Gérard Lerouxel, antiguo relojero especializado de la Manufactura
Pero Piaget lleva el engaste más allá de las cajas y las esferas. ¡La Manufactura incluso ha superado el reto de engastar el movimiento! Los engastadores de la Maison han logrado adornar con diamantes algunos movimientos ultraplanos cuya platina principal y componentes son de oro. Debido a la delgadez del material, hay muy poco espacio para insertar y fijar las piedras. El reloj ultraplano Altiplano Ultimate Manual con diamantes y su calibre 900P de cuerda manual rinden tributo a esta proeza del equilibrio con una versión joyera con un total de 4,71 quilates.


304 diamantes realzan el sutil trabajo del tallado de las piedras: talla baguette en el bisel y talla brillante en las asas y el centro. En la esfera, 33 diamantes talla baguette forman el círculo de las horas. La atención a los detalles de Piaget es tal que ha logrado engastar hasta los tornillos de los puentes y los engranajes.
Su fascinante silueta de 5,65 mm lo convierte en el reloj de Alta Joyería más plano del mundo.